El sábado 18 de noviembre Starship, la nave espacial de SpaceX que pretende llevar humanos a Marte, despegó de manera segura en lo que fue su segundo vuelo de prueba. Sin embargo, terminó con una explosión y pérdida de señal.
El propulsor Super Heavy y la nave se separaron con éxito mientras Starship encendía sus motores 2 minutos y 50 segundos después del despegue. Sin embargo, pocos segundos después ocurrió un “desmontaje rápido no programado” del propulsor, lo que ocasionó su destrucción, estallando sobre el golfo de México. A pesar de esto, el sistema logró volar más alto que en el primer intento. Al separarse, Starship encendió sus 6 motores y ascendió 150 kilómetros, sobrepasando el borde del espacio. Según el gobierno de EE.UU., el límite del espacio está en una altitud de 80 kilómetros.
Posteriormente, se perdió comunicación con Starship y se activó el sistema de terminación de vuelo (autodestrucción) para que no perdiera su rumbo.
Objetivos de Starship:
La NASA está invirtiendo 4 mil millones de dólares para poder crear una nave que pueda llevar a los humanos a la superficie lunar en su misión llamada Artemis III, programada para despegar en 2025.
Con los datos obtenidos el sábado en este lanzamiento, se podrá mejorar y cada vez estar más cerca de realizar el lanzamiento de Artemis III.